Recibir una multa de tráfico puede ser una experiencia frustrante, pero tienes la opción de aceptarla y pagarla o, si crees que es injusta, recurrirla. Muchos conductores se han arrepentido de pasar por lugares como Migjorn, donde han aplicado las normas de circulación para la pacificación de la zona de la carretera que pasa dentro de la población hasta el punto de sumar una cantidad muy alta de sanciones. Conocer el proceso para impugnar una multa es esencial para defender tus derechos como conductor y evitar sanciones innecesarias. A continuación, te explicamos los pasos a seguir para recurrir una multa y cuáles son las mejores prácticas en cada caso.
Motivos por los que te pueden multar y cómo actuar
Las infracciones de tráfico pueden ocurrir por diversas razones, desde exceso de velocidad, mal estacionamiento, hasta otras faltas menos comunes. Si la infracción está bien documentada y justificada, lo más probable es que debas pagar la multa para evitar complicaciones mayores. Sin embargo, si consideras que la sanción es injusta o errónea, por ejemplo porque haya alguna duda razonable de si se sancionó tal y como estaba prescrito, tienes el derecho de recurrirla. Pero, ¿cómo se lleva a cabo este proceso?
¿Es necesario un abogado para recurrir una multa?
No necesitas ser un experto legal para presentar un recurso. De hecho los procedimientos de reclamación están diseñados para que cualquier persona pueda llevarlos a cabo sin la ayuda de un abogado. Sin embargo, si necesitas apoyo adicional, ser miembro de asociaciones de conductores puede ofrecerte servicios de gestión de multas que facilitan el proceso de reclamación.
El procedimiento general para recurrir una multa
El proceso para recurrir una multa varía según el organismo que la emita, ya sea la Dirección General de Tráfico (DGT), un ayuntamiento o una comunidad autónoma. Sin embargo, el procedimiento administrativo básico suele ser el mismo. Veamos en detalle cómo recurrir una multa de la DGT y de otras autoridades.
Recurrir una multa impuesta por la DGT
Cuando recibes una multa de la DGT, tienes 20 días naturales para presentar alegaciones desde la fecha de notificación. Si te excedes en este plazo, solo podrás solicitar un recurso de revisión en caso de que haya un error en la notificación o en el proceso sancionador. Es importante recordar que al presentar alegaciones pierdes la reducción del 50% en el importe de la multa, lo que disuade a muchos conductores de reclamar si no están seguros de ganar.
Para presentar las alegaciones, debes incluir información clave como el número de expediente sancionador, tus datos personales, la firma y los motivos por los cuales consideras que la multa es incorrecta. Puedes presentar las alegaciones a través de la web de la DGT, por correo postal dirigido a una jefatura de tráfico, o directamente en una oficina de tráfico.
Una vez presentada la alegación, el organismo correspondiente evaluará tu reclamación y emitirá una resolución. Si la respuesta es favorable, la multa será anulada y no tendrás que pagarla. Si es desfavorable, deberás pagar la sanción completa sin opción a pronto pago, o puedes continuar con un recurso de reposición.
Recurso de reposición y recurso contencioso-administrativo
Si decides presentar un recurso de reposición, tienes un mes desde la notificación de la resolución de tu primera alegación. Si este recurso también es rechazado, tu última opción es presentar un recurso contencioso-administrativo ante un juez, para lo cual sí necesitarás la asistencia de un abogado. Este paso puede ser costoso y prolongado, por lo que debes evaluar si vale la pena continuar con la disputa.
Recurrir multas de ayuntamientos y comunidades autónomas
El procedimiento para recurrir una multa impuesta por un ayuntamiento o una comunidad autónoma es similar, aunque hay algunas diferencias importantes. Por ejemplo, algunos ayuntamientos ofrecen solo 15 días naturales para presentar alegaciones, un plazo que siempre se indica en la notificación de la sanción. Además, algunos ayuntamientos permiten presentar un recurso de reposición (revisión por el mismo organismo) o un recurso de alzada (elevación a un organismo superior).
Es fundamental revisar detenidamente las fechas y requisitos específicos indicados en la notificación para evitar errores de procedimiento. La Ley 39/2015 del procedimiento administrativo regula estos plazos y pasos, por lo que es importante estar bien informado sobre las normativas vigentes en tu localidad. Ignorar estas fechas o no presentar el recurso correctamente puede dejarte sin opciones en la vía administrativa, y el recurso contencioso-administrativo puede resultar más caro que la multa misma.