El fondo marino de Calan Busquets, ubicado en la bocana del puerto antiguo de Ciutadella, ha revelado nuevos e intrigantes hallazgos arqueológicos gracias al trabajo de Menorca Shipwreck Project. Bruno Parés, arqueólogo y especialista en mapeo en tres dimensiones, ha compartido detalles sobre el avance de las prospecciones subacuáticas que se están llevando a cabo en la zona. Lo que en un principio parecía ser un solo naufragio del siglo XVIII podría en realidad tratarse de una superposición de múltiples embarcaciones hundidas en el mismo lugar, lo cual abre la posibilidad de que existan restos de diversas épocas acumulados bajo las aguas.
En una entrevista reciente con Radio Menorca, Parés explicó que este año han ampliado significativamente la superficie de exploración en comparación con la campaña de 2022. De los 4 metros cuadrados iniciales, el equipo ha expandido el área estudiada, revelando piezas y fragmentos de lo que hasta ahora se creía era una única embarcación que se hundió en el 1700. Sin embargo, los indicios actuales sugieren que podría haber restos de otro barco en la misma área, y que este habría naufragado posteriormente, quedando sus restos superpuestos a los de la embarcación anterior. Este descubrimiento subraya la complejidad de las capas sedimentarias y las dinámicas del fondo marino en esta zona histórica.
La riqueza arqueológica del puerto antiguo de Ciutadella ya era conocida desde 2009, cuando se propuso la posibilidad de dragar el puerto para facilitar la entrada de embarcaciones de mayor calado. Durante los estudios preliminares para llevar a cabo esta tarea, se hallaron alrededor de veinte pecios, lo que llevó a desestimar el proyecto de dragado debido a la importancia histórica de los restos. Parés no descarta que haya hasta medio centenar de pecios en el fondo marino de la zona, lo que convierte a Calan Busquets y a la zona del puerto en un verdadero museo submarino. Las tormentas y las características “rissagues” o meteotsunamis que se producen en esta parte de Menorca podrían haber sido, en su momento, factores decisivos para el hundimiento de varias embarcaciones.
A solo cuatro metros de profundidad, el equipo de Parés continúa encontrando evidencias fascinantes. Restos de madera que formaban parte de las estructuras de los barcos, piezas de cerámica de las mercancías que transportaban, así como utensilios y herramientas que alguna vez usaron las tripulaciones, han salido a la luz. Estos descubrimientos ofrecen valiosas pistas para identificar las embarcaciones, así como las épocas a las que pertenecieron. Sin embargo, debido a los elevados costes que implicaría extraer y conservar los restos —lo que además aceleraría su descomposición en contacto con el aire—, los arqueólogos han decidido limitar las extracciones a unas pocas muestras, que serán analizadas mediante la técnica de datación por carbono 14 para precisar la antigüedad de los naufragios.
Uno de los principales aportes de esta investigación es el mapeo tridimensional de los restos, una tarea a cargo de Parés y su equipo. Este mapeo permitirá a los investigadores contar con una documentación precisa y detallada de los pecios, algo fundamental no solo para el estudio de estos naufragios, sino también para su divulgación en un futuro. La información obtenida será clave para que se pueda disponer de un registro museístico detallado, y es probable que el trabajo inspire exposiciones tanto en museos locales como en instituciones dedicadas a la arqueología subacuática a nivel internacional. Cabe destacar que algunos de los miembros del equipo cuentan con experiencia en expediciones tan icónicas como la que halló los restos del Titanic, lo que subraya la calidad y especialización de este grupo de trabajo.
Parés enfatiza que, debido a la falta de financiación pública, el proyecto depende de fondos privados para continuar con las prospecciones. La arqueología subacuática es una disciplina de alto coste, y en un contexto de recursos limitados, el apoyo de inversores y patrocinadores privados ha sido esencial para mantener el ritmo de los descubrimientos. No obstante, cuentan con apoyos de los museos como los de Can Saura en Ciutadella o el Museu de Menorca. Gracias a estos esfuerzos, Calan Busquets sigue revelando su historia submarina, en lo que promete ser un hallazgo arqueológico de gran relevancia para comprender mejor la actividad marítima y los naufragios en la Menorca de épocas pasadas.