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“Grounding” en Menorca: ¿Qué es y cuáles son sus beneficios?

Es una técnica que tiene el objetivo de reconectar el cuerpo y la mente con la Tierra, estableciendo una conexión directa con la energía natural que nos rodea

Una mujer camina sobre la hierba.
Una mujer camina sobre la hierba.
Foto: Amic

El grounding o arraigo, es una técnica que tiene el objetivo de reconectar el cuerpo y la mente con la Tierra, estableciendo una conexión directa con la energía natural que nos rodea. Esta práctica, que también ha llegado a Menorca, se basa en la idea que el contacto con la Tierra (tan físicamente como energéticamente) ayuda a equilibrar nuestro sistema corporal y a mejorar la salud general.

El grounding se fundamenta en el hecho que la Tierra tiene una carga eléctrica negativa, y nuestro cuerpo puede absorber estas cargas cuando tenemos un contacto directo con ella. Nuestro estilo de vida moderno nos mantiene casi siempre aislados de la Tierra, por medio de los zapatos o de los suelos sintéticos, impidiendo así esta interacción natural.

Cuando andamos descalzos por superficies naturales como la hierba, la arena o la tierra, o cuando tocamos el agua natural (como la del mar o de un río), nuestro cuerpo tiene la oportunidad de equilibrarse energéticamente. Este proceso reduce la acumulación de cargas positivas o radicales libres, que pueden provocar inflamaciones o estrés oxidativo.

Varios estudios han sugerido que el grounding puede tener un impacto positivo en la salud física y mental. A continuación, algunos de los principales beneficios asociados:

Reducción del estrés: El contacto con la naturaleza y la energía de la Tierra ayuda a disminuir los niveles de estrés, promoviendo la relajación y una sensación de bienestar general.

Mejora del sueño: Algunas personas han informado que el grounding mejora la calidad de su sueño, ayudándolos a descansar mejor y a tener un ciclo de sueño más equilibrado.

Reducción de la inflamación: Hay investigaciones que apuntan que el contacto con la Tierra puede disminuir los procesos inflamatorios del cuerpo, en gran parte a causa del efecto antioxidante que puede tener el grounding.

Mejora de la circulación sanguínea: El contacto con la Tierra ayuda a regular la circulación sanguínea, favoreciendo una mejor oxigenación y distribución de los nutrientes a las células del cuerpo.

El grounding se puede practicar de varias maneras, algunas de las cuales son muy sencillas y accesibles:

Andar descalzo: Hacerlo sobre hierba, arena, tierra o cualquier superficie natural es una de las formas más sencillas de practicar el grounding.

Nadar en agua natural: Bañarse en el mar, en un río o en un lago facilita el intercambio de energía con la Tierra.

Meditación al aire libre: Practicar la meditación o el yoga a la natura, en contacto directo con la Tierra, puede favorecer un estado de calma y conexión con el entorno natural.

Uso de materiales conductores: Algunas personas utilizan materiales como láminas o alfombras conductoras que se conectan en la Tierra para poder practicar el grounding desde casa.

*Un artículo de Eva Remolina (Amic) para Menorcaaldia.com


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