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Los efectos devastadores de la dana, ¿una nueva llamada de atención del cambio climático?

En el ámbito científico vincular un fenómeno meteorológico como este de forma directa con la crisis climática es siempre delicado

Destrozado.
Destrozado.
Así quedó el campo del CE Mercadal tras la DANA de mediados de agosto. (Foto: CE MERCADAL)

Los efectos devastadores de la dana, que hace unos meses golpeó de lleno a Menorca y que está asolando a una parte importante del país durante las últimas horas, son una nueva llamada de atención sobre las consecuencias del cambio climático, según han coincidido en señalar varios científicos.

En el ámbito científico vincular un fenómeno meteorológico como este de forma directa con la crisis climática es siempre delicado, ya que algunos de los efectos más destructivos de un episodio así están relacionados, además de con la intensidad de las precipitaciones, con otros factores, como la orografía, las construcciones cerca de los cauces o los obstáculos que puede encontrar el agua en su recorrido.

Durante los últimos años, las evidencias científicas sobre los efectos más dañinos y devastadores del cambio climático se acumulan en numerosos informes publicados por algunos de los principales organismos internacionales y en las revistas científicas más prestigiosas del mundo, y son en gran parte los que guían las negociaciones que se suceden en las cumbres mundiales sobre el clima o sobre la conservación de la biodiversidad.

Y son muchos también los científicos que han fijado cuáles son los límites de seguridad y de justicia que no deberían sobrepasar algunos indicadores ambientales, aunque algunas de esas “líneas rojas” ya se han cruzado y muchos de los impactos del cambio climático sobre el bienestar humano se consideran ya inevitables.

Pero no es fácil, advierten algunos investigadores, ante un acontecimiento como el que está sacudiendo durante las últimas horas la mitad este peninsular y que ha causado decenas de muertos y dejado un rastro de destrucción, y a falta de procesar toda la información sobre lo ocurrido, establecer una relación directa -un vínculo “causa-efecto”- entre el cambio climático y la borrasca que ha provocado este desastre.

 

Fenómenos cada vez más intensos y frecuentes

La directora del Centro Vasco de Investigación sobre Cambio Climático, María José Sanz, ha subrayado que a nivel global los estudios ya apuntan que los eventos meteorológicos extremos van a ser más frecuentes e intensos,, pero ha precisado que será necesario hacer un análisis de las circunstancias concretas de este evento y conocer si ha habido elementos que han contribuido a una mayor intensidad.

“Lo que sabemos nos puede llevar a pensar que sí, que hay un componente de cambio climático”, ha manifestado a EFE María José Sanz, y ha observado que este tipo de fenómenos meteorológicos se ven cada vez con más frecuencia.

La investigadora ha explicado que es necesario además atender otros elementos, como las actuaciones que se realizan en el territorio o la ocupación de cauces secos, que pueden incrementar la exposición a este tipo de riesgos y multiplicar los daños. “Por la manera de planificar, nos exponemos más de lo que sería recomendable y precavido”, ha manifestado la directora del BC3 -natural de Valencia-.

La profesora asociada de Hidrología de la Universidad de Reading  (Reino Unido), Jess Neumann, ha observado que “las inundaciones repentinas en España son otro terrible recordatorio del tiempo cambiante y más caótico que estamos experimentando como consecuencia del cambio climático”.

Neumann, cuyo testimonio ha recogido el Science Media Centre España (SMC) -una oficina independiente que recopila recursos que contribuyen a entender el alcance de algunos avances y acontecimientos-, ha explicado que las tormentas se han desarrollado como resultado del paso de aire más frío sobre el cálido mar Mediterráneo, lo que ha provocado inestabilidad atmosférica y ha desencadenado las lluvias torrenciales.

“Asociar un evento particular como este al cambio climático requiere estudios a posteriori y siempre se puede decir en términos probabilísticos, pero no sobre la marcha”, ha aseverado -también en declaraciones al SMC- el meteorólogo Ernesto Rodríguez Camino, miembro de la Asociación Meteorológica Española.

Rodríguez Camino ha señalado que “en términos generales”, y en un contexto de cambio climático, este tipo de fenómenos de precipitaciones intensas y excepcionales “van a ser cada vez más frecuentes y más intensos y, por lo tanto, destructivos”.

 

Replantear la reconstrucción de las zonas dañadas

El Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales de Cataluña (CREAF) ha señalado hoy en un hilo que ha abierto en la red social X tras las graves inundaciones y los efectos devastadores de la dana en Valencia que el cambio climático provoca que cada vez haya más fenómenos climáticos extremos; “si antes pasaban cada 100 años, ahora pasarán cada 50 o menos”, ha apuntado este centro.

Y ha planteado la importancia de replantear qué actividades se hacen en zonas inundables o en primera línea del mar y de cuáles se puede prescindir, además de replantearse también cómo acometer la reconstrucción de las áreas que han resultado dañadas.

Según este centro, una vez que los temporales han destrozado determinadas zonas, habría que rediseñarlas para adaptarlas “e implicar a la ciudadanía en la decisión, porque comporta unos costes económicos importantes y que irán en aumento”, y ha incidido también en la importancia de asegurar que los ríos llegan correctamente al mar y hacen el transporte de sedimentos que corresponde. EFE


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