El Casal de Gent Gran de Maó vivió este lunes una situación insólita por un descuido que motivó la intervención de la Policía Nacional. El responsable del centro de jubilados ubicado en la calle Vasallo de Maó se marchó del mismo y cerró la puerta con llave…cuando en el interior del recinto todavía quedaban personas.
Estos jubilados, al verse encerrados, llamaron a la policía que se personó en el lugar. Tras comprobar que todas las personas retenidas estaban bien procedieron a buscar al presidente de la entidad para que fuera a ‘rescatar’ a sus compañeros. Todo quedó en una anécdota.