Menorca ha alcanzado un nuevo máximo histórico de presión humana en 2024, según la última actualización del índice de Presión Humana Diaria (PHD) del Observatorio Socioambiental de Menorca (OBSAM) al 31 de agosto. Este récord refleja un crecimiento sostenido de la población presente en la isla, tanto por el aumento de residentes como por una afluencia turística en continuo ascenso.
Un incremento que no se detiene
La cifra de presión humana promedio de agosto superó las 200.000 personas, marcando un hito en la historia reciente de la isla. Este incremento se observa desde el primer trimestre de 2023, cuando la presión humana ya mostró un crecimiento del 10% respecto al año anterior. Durante el verano, los aumentos fueron más moderados, con un 1,3% en julio y un 1,4% en agosto en comparación con 2023.
Si bien los registros previos a la pandemia (2016-2019) ya mostraban cifras elevadas, la presión se mantenía estable. En contraste, los años 2020 y 2021, afectados por la COVID-19, vieron una caída drástica en la presencia humana. No obstante, desde 2022 comenzó una recuperación que se aceleró significativamente en 2023, superando los niveles prepandemia y estableciendo una tendencia ascendente que culmina ahora con este nuevo récord.
Datos que lo avalan
El OBSAM respalda estas cifras con información complementaria, como el aumento de la población censada, el crecimiento del tráfico de vehículos y las llegadas turísticas, todos en niveles históricos. Según la entidad, la media anual de presión humana en 2023 fue de 119.268 personas, superando los 116.299 registrados en 2019. Aunque estas cifras ya eran altas, 2024 apunta a cerrar con un nuevo récord absoluto.
Cabe destacar que el OBSAM reconoce diferencias metodológicas con otras fuentes, como el Instituto Balear de Estadística (IBESTAT), con divergencias de hasta 20.000 personas en algunos periodos. Sin embargo, ambas series coinciden en mostrar una tendencia sostenida al alza.
Impactos y desafíos
El gerente del OBSAM, David Carreras, ha subrayado que este crecimiento plantea retos significativos para Menorca. “La presión humana está alcanzando niveles que podrían afectar no solo al medio ambiente, sino también a la calidad de vida de los residentes y la experiencia de los visitantes”, señaló Carreras.
La masificación está generando tensiones en infraestructuras clave, como el suministro de agua, la gestión de residuos y el transporte, además de un impacto directo sobre los espacios naturales protegidos. Carreras enfatizó la importancia de iniciar un debate público para buscar soluciones sostenibles que permitan gestionar este fenómeno. La pandemia de 2020 fue el único factor que logró frenar esta tendencia.
Hacia un futuro sostenible
La creciente presión humana en Menorca es un reflejo de un modelo turístico que necesita ser revisado. Mientras que la afluencia masiva de visitantes contribuye a la economía local, también genera desafíos importantes en términos de sostenibilidad ambiental y social.
El récord de 2024 subraya la urgencia de tomar medidas para gestionar el impacto de la masificación, promoviendo estrategias que equilibren el desarrollo económico con la preservación del entorno y el bienestar de la comunidad local. Menorca, como Reserva de la Biosfera, tiene el reto de liderar este cambio con un enfoque sostenible e innovador siguiendo el ejemplo de otras Reservas de la biosfera que dedican más esfuerzos en su crecimiento económico sostenible.