El reciclaje en España está a punto de dar un giro histórico con la implementación del sistema de depósito, devolución y retorno de envases (SDDR). Este modelo, que ya opera con éxito en más de 50 países, promete aumentar significativamente la tasa de recuperación de residuos plásticos en el país, incluyendo Menorca, donde organizaciones como Per la Mar Viva han liderado iniciativas piloto para demostrar su eficacia.
El Ministerio para la Transición Ecológica ha anunciado que el SDDR será obligatorio en todo el país, lo que permitirá alcanzar una tasa de recuperación del 90 %, muy por encima del 40 % actual. Esta medida, que cuenta con el respaldo de Greenpeace y otras organizaciones ecologistas, responde a una necesidad urgente: abordar la crisis de contaminación por plásticos que afecta especialmente a los mares y playas. Según datos oficiales, España solo recupera 20 millones de los 51 millones de envases que se venden diariamente, dejando una cantidad significativa de residuos en vertederos o contaminando el entorno natural.
Greenpeace celebra esta decisión como una “victoria histórica” tras más de 15 años de lucha contra lo que consideran una gestión ineficiente por parte de Ecoembes, empresa encargada del reciclaje en el sistema actual. Julio Barea, responsable de la campaña de plásticos de Greenpeace, destacó que el SDDR permitirá a los ciudadanos volver a “devolver el casco”, un hábito que fue común en España hasta los años 80.
El modelo en Menorca
En Menorca, Per la Mar Viva y su portavoz, Carlos Salord, han sido pioneros en demostrar los beneficios del SDDR. Desde 2017, durante las fiestas de Sant Joan en Ciutadella, se instalaron máquinas para la devolución de envases, logrando buenos resultados en cuanto a la reducción de residuos plásticos. Sin embargo, la falta de continuidad por parte de las administraciones insulares dejó estas iniciativas en pausa.
Ahora, con el respaldo del Estado, Menorca espera retomar el uso de estas máquinas en un plazo de dos años. Salord confía en que esta medida impulse una mayor concienciación entre la población y permita alcanzar los objetivos de reciclaje establecidos por la Unión Europea. Además, señala que los datos ofrecidos hasta ahora por Ecoembes no reflejan la realidad, evidenciando un porcentaje de reciclaje insuficiente para garantizar una economía circular efectiva.
Cómo funciona el SDDR
El sistema SDDR añade un pequeño depósito al precio de las bebidas, que el consumidor recupera al devolver el envase en máquinas o puntos de retorno. Este modelo no solo mejora las tasas de reciclaje, sino que también reduce en un 50 % las emisiones asociadas a la gestión de estos residuos y ahorra a los municipios en limpieza de espacios públicos.
Un modelo con futuro
En Menorca, donde el turismo y la vida al aire libre generan gran cantidad de residuos, el SDDR podría convertirse en una herramienta clave para preservar el entorno natural. Organizaciones como Per la Mar Viva y Greenpeace permanecerán atentas al desarrollo de esta medida, confiando en que marque un antes y un después en la lucha contra la contaminación plástica.
La implementación de este sistema no solo es una oportunidad para avanzar hacia una economía más sostenible, sino también para devolver a la ciudadanía un papel activo en el cuidado del medioambiente. Menorca, como en tantas otras iniciativas, tiene el potencial de convertirse en un ejemplo de éxito en el uso del SDDR. Salord recuerda que en países como Alemania, donde está instaurado desde hace muchos años, el porcentaje de envases que se recicla es muy superior al nuestro.