El pasado jueves se celebró la asamblea de vecinos del núcleo de Trebalúger, situado en el municipio de Es Castell, para abordar un tema que lleva años en la agenda pero sin resolverse: la instalación de un sistema de alcantarillado. Este proyecto, exigido por la normativa europea desde hace tiempo, plantea retos tanto técnicos como económicos, convirtiéndose en un rompecabezas para la administración local.
Trebalúger es un núcleo rural que alberga alrededor de 200 familias en viviendas unifamiliares, un desarrollo urbanístico que creció de forma dispersa en las últimas décadas del siglo pasado. Este crecimiento desordenado, típico de la época, complicó la planificación de infraestructuras esenciales, como la red de saneamiento. Actualmente, las viviendas dependen de pozos negros que filtran al subsuelo, una solución insostenible tanto desde el punto de vista medioambiental como sanitario.
La normativa europea establece como condición indispensable para las zonas urbanizadas la existencia de una red de alcantarillado que garantice un correcto saneamiento. Sin embargo, las moratorias sucesivas han permitido retrasar su implantación en Trebalúger. La falta de un sistema de alcantarillado no solo supone un incumplimiento legal, sino que también afecta la calidad de vida de los residentes y plantea riesgos para el medio ambiente pues filtra nitratos al acuífero.
Durante los últimos años, el Ayuntamiento de Es Castell ha trabajado en un proyecto técnico para hacer realidad esta obra. Además, se han estudiado las posibles vías de financiación. Sin embargo, el elevado coste del proyecto y la complejidad técnica que supone el entramado de calles del núcleo rural hacen inviable su ejecución en una sola fase. Por ello, la administración ha planteado realizar los trabajos por etapas, tal y como ya se hizo en otras zonas del municipio, como Noria Riera y Cala Sant Esteve.
Una de las propuestas para facilitar la ejecución incluye la creación de un nuevo vial que conecte las dos áreas principales de la urbanización. Este paso no solo sería clave desde el punto de vista técnico, sino que también contribuiría a mejorar la seguridad vial en el núcleo.
Aunque el proyecto aún está sujeto a trámites burocráticos antes de que puedan comenzar las obras, la Asociación de vecinos de Trebalúger se muestra optimista. La existencia de un plan definido y el compromiso del Ayuntamiento han generado esperanza entre los residentes. “Es un primer paso, pero sabemos que todavía queda mucho por hacer”, comentó uno de los vecinos tras la reunión.
Si bien la instalación del alcantarillado es una tarea compleja y de largo plazo, los vecinos consideran que este avance representa un cambio significativo hacia la mejora de la calidad de vida en Trebalúger, y confían en que el compromiso municipal permita superar los obstáculos económicos y técnicos.