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La mayoría de adolescentes cree que se tiene que replantear cómo utiliza la tecnología

Un estudio aporta datos de interés de la relación entre internet y la juventud

En el estudio reconocen que podrían estar menos conectados
En el estudio reconocen que podrían estar menos conectados
Foto: Pixabay

En un contexto digital cada vez más presente en la vida cotidiana, la relación de los adolescentes con la tecnología está siendo objeto de reflexión. Un reciente estudio sobre la relación de los más jóvenes con el entorno digital revela que el 93% de los adolescentes considera que debería cambiar algunos de sus hábitos actuales relacionados con el uso de la tecnología. Este dato pone de manifiesto las inquietudes y preocupaciones de la juventud sobre el impacto de las pantallas en su bienestar físico y emocional.

El informe titulado “Infancia y adolescencia en entornos digitales”, realizado por la Fundación Orange en colaboración con Save the Children y GAD3, analiza la interacción de los adolescentes con internet, sus percepciones sobre la privacidad digital y las medidas que proponen para un uso más saludable de la tecnología. Más de 2.500 entrevistas a jóvenes, padres, educadores y expertos han aportado valiosas perspectivas sobre este fenómeno.

Una de las conclusiones más destacadas del estudio es que los adolescentes están conscientes del tiempo que pasan frente a las pantallas. En este sentido, el 54% de los encuestados mencionó como una de las medidas más importantes para un uso responsable de la tecnología reducir el tiempo de conexión, seguida de la recomendación de dedicar más tiempo al deporte (39%) y no dormir cerca de dispositivos digitales (34%). Estas medidas reflejan un deseo generalizado de equilibrar su vida digital con otras actividades más saludables, como el ejercicio físico.

Sin embargo, los datos también muestran que los propios padres y adultos no siempre dan el ejemplo en cuanto al uso de la tecnología. Un 14% de los adolescentes afirmó que los adultos pasan más tiempo con el móvil que ellos, con una media de entre 4 y 5 horas diarias. Este comportamiento genera una contradicción, ya que, si bien los adolescentes abogan por un uso moderado y consciente, muchos de ellos observan que los adultos no aplican los mismos límites.

El estudio también profundiza en la percepción de los riesgos digitales. Un 81% de los adolescentes y un 89% de la población en general están conscientes de los peligros que existen en internet, especialmente en lo que respecta a la privacidad. No obstante, aunque un 62% de los menores dice entender bien qué tipo de información comparte online, más de la mitad no sabe cómo proteger sus datos personales. Además, el 46% de los adolescentes se muestra preocupado por la huella digital que dejan sus actividades en internet, lo que pone de relieve la necesidad de educar a los jóvenes sobre los riesgos de la sobreexposición digital.

El informe también resalta los efectos negativos que un uso excesivo de la tecnología puede tener en los jóvenes, como problemas de sueño, sedentarismo y bajo rendimiento académico. Los expertos señalan que el entorno digital se ha convertido en un espacio fundamental de socialización para los jóvenes, con un 90% de ellos utilizando sus dispositivos principalmente para chatear con amigos y participar en actividades de ocio y entretenimiento como ver vídeos o jugar online.

En cuanto a las soluciones, los expertos coinciden en la necesidad de que los padres desempeñen un papel clave en la educación digital de sus hijos. Aunque los adolescentes reconocen la responsabilidad de sus padres en este ámbito, también valoran el papel de los profesores y otras figuras como la Policía Nacional en la protección de sus derechos digitales.

El estudio concluye con una serie de recomendaciones para un uso responsable de la tecnología, que incluyen el establecimiento de límites de tiempo de pantalla, fomentar actividades analógicas y reflexionar sobre la privacidad en redes sociales. Además, se subraya la importancia de las soluciones tecnológicas de protección y el acompañamiento de los padres para garantizar un desarrollo digital seguro y saludable para los adolescentes.

Este informe pone de manifiesto que, a pesar de los riesgos, los adolescentes son conscientes de la necesidad de gestionar adecuadamente su relación con la tecnología, y están dispuestos a modificar sus hábitos para mejorar su bienestar digital.


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