La aplicación de la recogida selectiva de basuras en Maó por barrios sigue suponiendo problemas. En algunas zonas de la ciudad se han retirado los contenedores en virtud del nuevo sistema pero en otros se mantienen ante la dificultad de aplicarlo por ser barrios con bloques de pisos y muchos vecinos concentrados en edificios.
Pero la selección de residuos en origen obliga a un cambio de costumbres y a guardar algunas basuras en casa durante unos días. Esto no gusta a algunos residentes que, a la que pueden, trasladan sus bolsas de desperdicios a barrios que aún tienen contenedores. El resultado es que zonas como Josep Maria Quadrado ya tienen todo su espacio para basuras lleno a media mañana con la mala imagen que da y las molestias que causan a los vecinos que viven en dicha área.