El área de gastronomía del stand de Balears en Fitur cerró anoche el día dedicado a Menorca con un taller a cargo del joven cocinero de Alaior, Pau Sintes. Preparó su interpretación del tradicional plato menorquín, ‘albergínies plenes’ ante un numeroso público que aplaudió el talento del chef. No fue el único protagonista de la Isla en los fogones en el stand de Balears ya que Patrick James había presentado, previamente, otros productos isleños.
Sintes, que dio un único taller, compartió la recepta con la que se proclamó Mejor Cocinero Joven de Europa en 2022 en Trondheim, Noruega, en el certamen organizado por el Instituto Internacional de Gastronomía, Arte, Cultura y Turismo.
Patrick James
El reconocido chef Patrick James, diplomado en la prestigiosa “École d’Hotellerie de Granville” en Francia, llevó a los asistentes en un viaje gastronómico a través de los sabores más auténticos de la isla balear, combinando productos locales con un toque de sofisticación y sus vivencias internacionales.
Patrick James, conocido por su pasión por la cocina y su espíritu viajero, ha trabajado en destinos tan diversos como Islas Mauricio, Guernsey, Londres, Marruecos, Holanda y Dinamarca. En cada uno de ellos, ha absorbido influencias culinarias que posteriormente plasma en sus creaciones, siempre manteniendo un fuerte arraigo a sus raíces francesas y a los productos de proximidad de Menorca. Elige siempre ingredientes frescos, de primera calidad, y en gran parte de producción local, de los payeses de la isla. El cocinero destaca la importancia de apoyar a los productores locales en sus propuestas gastronómicas.
En FITUR, James presentó este viernes un menú que no solo destaca por su calidad, sino también por su representación de la riqueza culinaria menorquina. El recorrido empezó con un croquemonsieur de cuixot/camot (un embutido típico de la isla) con queso de Mahón, una combinación que une la tradición francesa con uno de los productos más emblemáticos de Menorca. A este le siguió una refrescante crema de limón, realzada con gin de la isla, una bebida que cuenta con siglos de historia y es símbolo de Menorca.
El chef también sorprendió con un parmentier elaborado con ternera de la raza autóctona “vedella vermella de Menorca”. Esta carne, apreciada por su calidad y sabor, refleja el esfuerzo de los ganaderos locales por preservar las tradiciones. Otro de los platos destacados fue una mahonesa –elaborada con aceite de oliva virgen extra de Menorca–, un ingrediente que recientemente ha obtenido la Indicación Geográfica Protegida (IGP), consolidando su lugar en el panorama gastronómico internacional.
El menú culminó con una formatjada de cordero de Menorca, un guiño a las raíces más auténticas de la isla. Este plato tradicional, con un toque moderno, fue el broche de oro para una experiencia que dejó a los asistentes con ganas de más.
Baleares, que estrenaba un nuevo stand con un espacio dedicado a la cocina, ha apostado por dos de los números referentes en la gastronomía menorquina actual. Tanto Sintes como James, que dio cinco talleres, hicieron las delicias, literalmente, de las personas que se acercaron al stand balear.