El volumen de licitaciones de obra pública desiertas en Menorca alcanzó los 22,9 millones de euros en 2024, un aumento del 380 % respecto al año anterior, cuando la cifra fue de 4,7 millones. Así lo refleja un informe de la Asociación de Constructores de Baleares, que advierte de una tendencia preocupante en las islas, donde en total quedaron desiertas 88 obras públicas por valor de 81,6 millones de euros.
El principal motivo de esta situación es la falta de actualización de precios en las licitaciones, a pesar de que la Ley de Contratos del Sector Público exige que se ajusten a los valores de mercado. En algunos casos, los proyectos tampoco han salido con plazos de ejecución asumibles, lo que ha llevado a muchas empresas a no presentarse a los concursos para evitar pérdidas económicas.
El incremento del presupuesto de obra desierta en Menorca se debe, en gran parte, a que la construcción del CEIP Es Mercadal quedó desierta en dos ocasiones antes de adjudicarse, tras un aumento del 26,5 % en su presupuesto.
Otros proyectos afectados en la isla han sido la transformación de urbanizaciones en Ciutadella, con 1,1 millones de euros en fondos europeos, cuya primera licitación quedó desierta y que, a fecha de cierre del informe, no se ha vuelto a licitar. También el refuerzo del firme de la carretera ME-1 entre Es Mercadal y Ferreries, que quedó desierto en su primera licitación y solo pudo adjudicarse tras un incremento del 20 % en su presupuesto.
El informe señala que la tendencia de licitaciones desiertas se mantiene desde 2022 y 2023, con una disminución del 5 % en el número de proyectos no adjudicados respecto al año anterior, pero con una reducción mínima del 3 % en el volumen económico total.
En Mallorca, el presupuesto de obra desierta se redujo un 34 %, mientras que en Ibiza y Formentera la bajada fue del 12,5 %. Sin embargo, en Menorca, el problema se ha agravado significativamente.
Las licitaciones fallidas afectan a infraestructuras esenciales, como colegios, carreteras, depuradoras, residencias de ancianos y proyectos de eficiencia energética. Algunas de ellas contaban con financiación de fondos europeos, que en varios casos se han perdido o están en riesgo por la falta de adjudicación.
La Asociación de Constructores de Baleares denuncia que la falta de actualización de precios en las licitaciones y la escasa aplicación de revisiones extraordinarias de precios han llevado a que muchas empresas no puedan asumir los costes reales de las obras. En muchos casos, los sobrecostes no han sido compensados, lo que ha llevado a varias constructoras a no presentarse a los concursos públicos para evitar pérdidas económicas.
El informe concluye que, cuando los proyectos han sido licitados nuevamente con precios ajustados al mercado, la mayoría han sido adjudicados, lo que demuestra que el problema no es la falta de interés empresarial, sino la desactualización de los presupuestos de licitación.
Por ello, el sector reclama la implementación de un sistema automático de reequilibrio de precios, que permita ajustar los contratos públicos a las alteraciones del mercado y evitar que se repita esta situación en el futuro.