Apenas diez después de que las obras de la ME-1 se pusieran en marcha, la fisonomía del tramo de la carretera general que va desde Maó hasta Alaior ha cambiado de forma exponencial.
La UTE formada por Dragados y Antonio Gomila SL, adjudicataria del proyecto, mantiene un ritmo de trabajo que ya muestra de forma evidente los avances en la modificación de este tramo.
Movimientos de tierra, muchas máquinas, operarios actuando y un ensanchamiento de la calzada muy gráfico en algunos puntos. Hasta seis van a ser mejorados.
A pesar de que las obras siguen generando controversia y de que se mantiene el fuego cruzado entre partidos políticos y asociaciones, lo cierto es que el proceso ya parece imparable.
“Nuestro objetivo es con esta obra es mejorar la principal vía de comunicación de la Isla con una actuación respetuosa con el medio ambiente”, ha explicado el conseller Luis Alejandre.
El PP defiende que el trayecto contará con un camino de tierra no motorizado de 2,5 metros de ancho, pantallas vegetales, pasos de fauna en paredes secas o una mejora de la eficiencia lumínica con tecnología LED.
Un punto de vista muy distinto al de la Plataforma Ciudadana que aboga por otras fórmulas.
O el del exalcalde de Alaior, Pau Morlà, que ha asegurado estos días en Twitter: “Cuando voy por la carretera general de Alaior a Maó no me puedo creer el destrozo que han empezado a hacer”.
Sr. Pau Morla, el que no pot esser que per una banda tinguem les parets seques protegides i per altre banda no en poguem veure cap, per estar tapades per les mates abetzers i malessa. Abans ses tanques anaven ben netes i es una vergonya el que no es faci un manteniment de xermar les parets que perteneixen als estaments publics.
Altra cosa es el espai que empra aquesta ampliació.