Un guión que se construye escena tras escena, en base a improvisaciones que son fruto de la complicidad y del conocimiento mutuo, de la amistad, la alegría y la sorpresa, enmarcado en casas particulares y en rincones de Maó, Ciutadella, del litoral menorquín. Medios, los justos, entusiasmo todo. Son los mimbres de “La Isla Bonita” el nuevo trabajo de Fernando Colomo, quien, ha cumplido un antiguo deseo, el de rodar en la Isla, lo que le ha supuesto “una impresión increíble”.
El director apura estos días el rodaje de su nueva película, una película con un título de reminiscencias “madonnianas” que podría ser sustituido por el de “Nueve días en Menorca”, según reconoce el propio Colomo, quien está encantado de cómo está resultando la experiencia, en la que participan un puñado de actores profesionales y amateurs -que lo vive como un “regalo”-, y algún que otro amigo de renombre, caso del publicista Miguel Ángel Furones, y un equipo técnico reducidísimo que suple con risas e ingenio, la escasez de medios.
“Queda todavía un trabajo muy largo ya no a este ritmo frenético pero más laborioso que es toda la edición y la composición de la banda sonora, tratamiento de imágenes, todo ese tipo de cosas menos excitante que el rodaje pero que hacen que vayamos poniendo haches a la historia”, explica el director, quien, como el resto del equipo, apuestan porque la “premiere” tenga lugar en Menorca. Será entonces cuándo podamos disfrutar de este puzzle de “vida, muerte, juventud, tercera edad, encuentros y mucha verdad” que ha comenzado a encajar Colomo en la Isla.
Vale, acabo de ver la película en el cinema y me ha encantado, claro está que soy de Menorca y he seguido con un doble interés todas las puestas en escena y hasta he disfrutado con el acento menorquín