La Agencia Tributaria de las Illes Balears (ATIB) prepara un Plan de Prevención y Lucha contra el Fraude Fiscal con el que se prevé recaudar 10 millones de euros. El documento, cuya vigencia temporal se extendería entre 2016 y 2019 incluye un conjunto de medidas de alcance global de funcionamiento y posicionamiento con el objetivo de corregir desviaciones y las conductas fraudulentas, y equilibrar la correspondencia entre ingresos tributarios y la realidad de la economía del Archipiélago.
El ámbito de actuación del Plan se centra en las actividades y los tributos propios y cedidos que están bajo control de la ATIB: sucesiones y donaciones, transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados, tasa del juego, canon de saneamiento de aguas, impuesto del turismo sostenible (desde el momento en que se ponga en marcha) y una parte pequeña del impuesto de patrimonio, que fundamentalmente fiscaliza la Agencia Tributaria Estatal.
Para llegar a la aplicación de todo el Plan se proponen cinco áreas de referencia de las que se derivan hasta sesenta acciones puntuales entre las que destacan el aumento de la vigilancia sobre varios tipos de operaciones en ámbitos como el sector inmobiliario, subastas, concesiones administrativas y figuras asimiladas, venta de piezas de oro y objetos valiosos, vehículos de segunda mano, reventa de bienes muebles usados o control del sector del juego, entre otros.