La campaña electoral ya es historia. Los partidos lo celebraron con actos por toda la Isla. Més escogió la plaza de Ses Palmeres de Ciutadella, el PSOE una cafetería en Maó y los populares optaron por Sant Diego en Alaior. Otras formaciones llegaron a desplazar a sus candidatos a Palma (caso de Unitat Popular) para estar presente en esta suerte de fin de fiesta a la víspera del examen final de este domingo.
Tras dos semanas de propuestas, debates, cara a acara, puñetazo a Rajoy, los miembros de la PAH recriminando a Carmen Chacón que aprobara los desahucios express (algo que ella niega ahora)… llega el día de reflexión. Es la calma que precede a la vorágine del domingo. Seguimiento de candidatos por la mañana cuando voten, estar alerta a los datos de participación y ver las reacciones de los diferentes partidos al saberse los resultados.
Pero esta campaña ha sido muy especial. De entrada es la del fin del bipartidismo. Todas las encuestas lo predicen. La irrupción de nuevas fuerzas políticas con opciones de ser decisivas va a cambiar la política de este país. Habrá que ver en qué dirección.
Esta campaña también ha sido la más dura a través de la redes sociales. Prueba de ello es que fuera noticia de alcance nacional a qué formación se estaba castigando más a través de las redes (Ciudadanos). Se da la circunstancia que las encuestas que se publican en otros países muestran una tendencia a la baja de esta formación desde que arrancó la campaña. Habrá que ver lo que ocurre.
Una última reflexión. Si saben algo de matemáticas y han visto las últimas encuesta de intención de voto constatarán que la suma de dos de los cuatro partidos a priori con más opciones (PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos) no da suficientes diputados para investir a nadie como presidente. La excepción es una harto complicada entente PP-PSOE. Si se cumple esto implicará que la llave decisiva para elegir un gobierno la tendrán la treintena larga de diputados de otras formaciones más pequeñas. Entre ellos se calcula que haya entre 15 y 18 diputados independentistas catalanes.
La noche del 20-D habrá celebraciones. Pero a partir de primeras horas del 21 puede haber muchos dolores de cabeza para tratar de cerrar un acuerdo.