El gobierno municipal de Maó ha acordado la aplicación de un coeficiente reductor del 0,92% a los valores catastrales de todos los inmuebles de la ciudad para el próximo año, con el objetivo de acercar el valor de éstos a la realidad del mercado. Esto supondrá una rebaja media de un 8% en el recibo del IBI para el próximo año,
Con esta reducción, que será aproximadamente de un 8% en la mayoría de los recibos, el Ayuntamiento espera alcanzar el año 2017 el nivel de presión fiscal de los años 2008, 2009 y 2010, según los casos. La rebaja de los valores catastrales, y en
consecuencia del recibo del IBI, hay que enmarcarla en el trabajo
iniciada en el segundo semestre de 2015 por el actual equipo de
gobierno municipal, que conllevó la confección de un Plan
Económico Financiero, condicionado por el incumplimiento de la regla de gasto que reflejaba un desvío de 1,8 millones de euros, y que
ponía en un compromiso el equilibrio presupuestario del Ayuntamiento.
Por otra parte, la elaboración del presupuesto para el año 2016 también estuvo condicionada por la rigidez normativa de la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, que prioriza el retorno a los bancos de la deuda financiera, y por la incertidumbre en el desarrollo de la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local.
