Low Cost Travel, empresa de vacaciones alojada en el Parc Bit de Palma, anunció hace unos días su situación de quiebra. Desde que se anunció, sus clientes en Menorca se han encontrado en una encrucijada. Por un lado esperan recuperar el dinero que avanzaron para sus vacaciones y por otro lado han tenido que pagar a los alojamientos en destino para asegurarse un techo.
Por si fuera poco agravio, la página web en inglés de la compañía dirigía las posibles reclamaciones a la página institucional del Govern Balear, en lugar de hacerlo al departamento de turismo. Eso está provocando que estén llegando escritos de queja a estamentos que poco o nada tienen que ver con el problema ni con la solución. Esto ha pasado por ejemplo en el Institut d’Estudis Baleàrics o la Conselleria de Transparència, donde la sorpresa ha sido mayúscula.
Otros afectados han cargado tintas contra los propios establecimientos hoteleros. Desde la administración recuerdan que las reclamaciones se pueden cursar a través de oficinas del consumidor (también la europea) y que frente a esta situación deben dirigir sus quejas hacia la empresa que prestó el servicio de mediación para sus vacaciones, que es la que ha quebrado.