Un total de 33 músicos (19 de cuerda y 14 de viento y percusión) son los que desde este lunes y hasta prácticamente el estreno de esta producción, ensayan intensivamente estos días en Ciutadella para tratar de conjuntar y alcanzar el reto. Pensando en las actuaciones que ofrecerán este jueves 11 de agosto a las 21.30 horas el recuperado espacio del Teatro de Calós de Ciutadella (en el único concierto de esta edición del Festival de Música de Verano que no tendrá lugar en el Claustro del Seminario) y el viernes 12 de agosto a las 21 horas en el Teatro Principal de Mahón, en el concierto de clausura del Festival de Música de Maó 2016.
El programa destaca por la interpretación de la Segunda Sinfonía de Ludwig van Beethoven. Aunque no es la más conocida del compositor alemán, según Joventuts Musicals (JJMM), esta pieza tiene suficiente potencia y exhuberancia, llena de vitalidad y también llena de dificultad de ejecución, como para significar todo un reto para la OCIM. Ello puede demostrar de nuevo la conveniencia de una orquesta estable, ahora que se está en pleno debate sobre su futuro.
Siguiendo su filosofía de ser dirigidos por un director invitado a cada nueva producción, quien estará al frente de la Orquesta de Cámara Illa de Menorca será el alemán Leonard Elschenbroich . Este joven violonchelista nacido en Frankfurt en 1985 es considerado de los más carismáticos de su generación. Aunque hace poco que se ha iniciado en la dirección de orquestas (la OCIM es la tercera que dirige), ya está obteniendo buenas críticas por doquier. Elschenbroich, que también tocará como solista en otras dos composiciones y que toca un violonchelo construido por Matteo Goffriller Leonard Rose construido en Venecia en 1693, ha aterrizado en Menorca justo después de haber actuado en un recital de violonchelo y piano en el Festival alemán de Baviera.
