Tras las fiestas de Sant Lluis se volverán al trabajo, porque sus responsables se han dado cuenta de los beneficios que están consiguiendo con esta iniciativa. Desde el área de servicios sociales del consistorio lluïser, probaron hace unos meses cómo podía beneficiar la presencia de un animal de compañía entre aquellos vecinos que son ancianos y que están en los archivos del municipio por utilizar algún servicio del Ayuntamiento y, en general, para casos de personas que se sentían deprimidas o afectadas por la poca relación social con sus congéneres. El resultado ha sido muy positivo y por eso van a volver a pedir a la empresa que los adiestra a tal efecto que vuelvan estos dos canes, que ya son aceptados como de la familia entre los usuarios que participaron del taller.
Según Teresa Borrás, la regidora al cargo de esta iniciativa, no tienen la pretensión de aumentar el número de animales -de momento- pero sí que quieren poner a los perros a disposición de otros perfiles de personas a las que podría ayudar, como por ejemplo a mujeres víctimas de violencia de género o cualquier persona que pueda sentir el afecto incondicional de una mascota así.