Tras dedicarle más de 20 años de su vida Manolo Bonet ha podido constatar este verano como su legado en Binde (Ghana) funciona perfectamente. El misionero menorquín que construyó un hospital en donde no había más que un poblado va como el centro sanitario cuenta en estos momentos con dos médicos nativos dentro de todo un equipo asignado al hospital. Hay además 15 personas en enfermería y dos técnicos de laboratorio. La emisora de radio que se construyó con la ayuda de técnicos también isleños con fines educativos emite diariamente programación local y también entra en cadena en espacios de ámbito estatal. Cabe recordar que para defender estos proyectos de mejora para la población de Binde y del norte de Ghana Manolo Bonet tuvo algunos choques con el antiguo obispo que terminaron incluso con sanciones de la Iglesia para el menorquín. El nuevo mitrado, un antiguo alumno suyo, lo ha recibido con los brazos abiertos en lo que ha sido una estancia de un par de meses.
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