Cuando apenas estaba empezando la época estival, asociaciones como la Federación Agraria de Menorca (FAGME) se lamentaba que los payeses tenían que asumir costes extraordinarios vinculados a la reforma y mejora técnica de explotaciones agrarias. Para este concepto, fincas de Baleares invirtieron un montante que venía subvencionado con las ayudas de la PAC.
Las quejas que planteaban los menorquines en ese momento hacían referencia a la desigualdad de trato que tenía el Govern Balear a través del Fondo de garantía Agraria (FOGAIBA) de devolver el dinero a las fincas mallorquinas y no a las de Menorca. Luego llegó el verano y la falta de lluvias. La sequía se ha traducido en más costes, no previstos, por la compra de piensos para el ganado, que no ha tenido suficiente con una exigua cosecha de forraje. Hasta el momento no se han saldado las cuentas y el PP de Menorca se ha quejado formalmente frente al Consell pidiendo mayor implicación en este tema. Además, en boca de la portavoz de la agrupación política Salomé Cabrera, la crítica apunta al conseller Javier Ares por responder ante la cuestión con alusiones -y según apunta en su nota el PP- a que “no puedo estar llamando cada día a la puerta del FOGAIBA“.
Es por ello que el PP pide que la primera institución menorquina haga valer su voz frente al Govern de les Illes Balears y le reclame las ayudas pendientes.