La nueva Euroliga ha unido en una misma competición a los mejores equipos del continente. Cada partido es una lucha, cada victoria se debe arrancar de los dedos del contrario. Ya no vale relajarse. Y hoy el Real Madrid del base menorquín Sergi Llull acaba de caer ante un aguerrido Baskonia. Quizás, con merecimiento.
El playmaker nacido en Maó ha comenzado la temporada como un tiro y puede ser que ahora esté pasando por un bajón físico. Laso debería pensar en darle más descanso. Hoy ha firmado trece puntos y tres asistencias, pero sigue muy errático en el tiro (con seis fallos desde el triple, 0-6) y en muchos momentos ha sufrido ante un ex NBA como el eléctrico Shane Larkin.
Y es que el conjunto vasco ha comenzado el encuentro enseñando las garras. Shengelia era el mandamás en la zona y solamente el Titán Ayón le aguantaba el tipo (16 puntos al final del encuentro), pero no era suficiente para frenar la acometida baskonista. El marcador finalizaba con un contundente 19-32. Los números lo decían todo, describiendo uno de los peores cuartos del equipo blanco en lo que va de año.
En el segundo cuarto, los locales lo intentaban, firmando un parcial de 9-2, pero no era suficiente. La aparición del wonderboy Luka Doncic (15 puntos, 4 asistencias, tres rebotes) era la primera gran noticia. El marcador marcaba un 43-54 al descanso y el quinteto de Sito Alonso había conseguido ventajas de +15. Tocaba remar, y mucho.
Espadas en alto
Laso ponía toda la carne en el asador al principio del tercer cuarto y apostaba por los jugadores que mejor le habían funcionado. O por aquellos en quién más confía. Llull-Rudy-Doncic-Felipe y Ayón mostraban los dientes y firmaban un parcial de 6-0 a favor con varias acciones al contraataque. Las espadas estaban en alto. Poco a poco, el Real Madrid se acercaba, dejando el electrónico con solo tres puntos de diferencia (64-67) al llegar al último cuarto. Era el momento de la verdad.
Y, poco a poco, los locales despertaron. Un 2+1 de Doncic empataba el partido (71-71) y los blancos empezaban a amasar sus primeras ventajas de la noche. Sin embargo, todo era insuficiente ante la aparición del esloveno Blazic. Dos triples suyos en los últimos instantes del encuentro han dilapidado todo el trabajo hecho. No se puede ganar siempre.
@jlgllagues