El Instituto Geológico y Minero de España (IGME) inició este martes los estudios técnicos preceptivos a fin de ejecutar el proyecto de apertura de las Cuevas de Cala Blanca en Ciutadella. La intención del Consell es poder abrir al público estas joyas geológicas  antes del final del mandato, al menos una de ellas.

Esta primera actuación que se llevará a cabo es  la instalación de los sensores en la Cova de s’Aigo, de titularidad pública, que permitirán realizar mediciones microambientales como las oscilaciones o la calidad de las aguas subterráneas, entre otros. Estos controles deberán alargarse un mínimo e seis meses.

Posteriormente habrá más controles de gases, espeleológicos y arqueológicos.

La duración del convenio para este primer informe con sensores es de 18 meses. El presupuesto total es de 72.945 euros cofinanciados
en un 55,9% por el IGME y un 44,1% por el Consell Insular de Menorca. Además de las inversiones directas, la institución insular adquiere los sensores de medidas microambientales que representan 7.930 euros en 2016 y 7.930 euros en 2017.

Las cuevas de Cala Blanca son dos, la de na Magaré tiene 4.833 metros cuadrados y la de s’Aigo 1.882. Esta última acoge uno de los lagos subterráneos más grandes de toda España.