El Real Madrid seguirá una semana más entre los puestos altos de la clasificación de la Euroliga. Y lo hará gracias a la victoria que acaba de cosechar ante el Brose Bamberg en Alemania por 89-91. No ha sido un partido bonito ni brillante. Ha sido uno de esos encuentros que se ganan por experiencia, por sudor, por ganas, por jerarquía. Y en ese tipo de envites Sergi Llull se está convirtiendo en todo un referente.
De hecho, tras un encuentro plagado de vaivenes en el marcador, ha sido una canasta por penetración del playmaker de Maó la que ha decantado la victoria hacia los blancos. El base menorquín ha firmado 26 puntos -máximo del encuentro- y cuatro asistencias, enfundándose otra vez la camiseta de superhéroe que tantas veces ha utilizado este año. Los fallos en el triple -2/8, parece que solo mete los difíciles- han sido la única mancha en su estadística.
Junto a él, en el equipo de Laso han descatado Ayón -16 puntos, 8 rebotes- y Carroll -24 puntos, vuelve a tener enfocada la mira- en un equipo blanco que ha podido sentenciar en varios momentos del partido. Sin embargo, siempre ha visto como los teutones maquillaban las escasas rentas de poco más de 5 puntos.
Los alemanes han protagonizado un juego más coral, con cinco jugadores por encima de los diez puntos –Causer, Melli, Theis, Radovesic y Miller– pero sin brillar de forma especial. Su entrenador Trincheri ha planteado una guerra de guerrillas que casi le da réditos. Sobretodo si el último triple final lanzado desde su campo hubiera entrado dentro…
El Real Madrid afianza su racha en Europa. El próximo envite llegará el viernes ante el Armani Jeans de Milán.
@jlgllagues