El Govern balear presentó este lunes su propuesta de rehabilitación para la Sala Augusta con el objetivo de que se convierta en la sede del Conservatorio de Música en Maó. Entre las prestaciones destaca un auditorio con un escenario de 100 metros cuadrados y 160 localidades que, en una segunda fase, podrían alcanzar las 400. A cambio se renuncia a la opción de tener aparcamientos subterráneos.
El proyecto del Govern incluye 786 m2 para aulas de enseñanza de música repartidas en 4 aulas no instrumentales, 3 aulas de música de cámara, 1 aula con dos pianos, 2 aulas colectivas de instrumento, 1 aula de orquesta, banda y coro, 18 aulas individuales, 1 aula de percusión y 7 cabinas de estudio. También se precisan 223m2 para despachos y administración y 240m2 para servicios comunes. En total, 1.249 m2.
Cabe recordar que los espacios actualmente disponibles para atender las necesidades del futuro Conservatorio de Menorca son el actual edificio de la Sala Augusta, el patio existente y un edificio anexo de propiedad municipal.
Además, hay un anteproyecto del arquitecto Josep Llinàs que preveía la rehabilitación de la Sala; ampliar la edificación ocupando el patio para aulas, biblioteca y otros espacios comunes y ampliar la edificación ocupando el solar vecino por secretaría, núcleo de comunicaciones verticales y resto de los espacios comunes y de servicios.
Para poner remedio a la teórica falta de aparcamiento propio del Conservatorio, la alcaldesa Conxa Juanola recuerda que entre las calles adyacentes y los aparcamientos de Ocimax y Es Freginal hay unas 500 plazas disponibles. Algunas de las cuales se podrían restringir para uso del Conservatorio.
Por su parte, el conseller de Territori, Marc Pons, anunció que todo el proyecto se podría licitar a tiempo para que las obras arrancasen en 2018 con un tiempo de ejecución de dos años.
Por ahora no hay un presupuesto que fije cuánto costará, pero sí existe la intención de financiarlo todo a través de un convenio en el que participarían el Govern, el Consell de Menorca y el consistorio. El conseller balear Martí March asume que será el Ejecutivo autonómico quien aportará más dinero, pero sin especificar porcentajes.