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Llamada de Menorca

Conclusiones del encuentro de pensadores en Mongofre


Nosotros, intelectuales, escritores, políticos, universitarios, estudiantes, constatamos que Europa y sus pueblos se enfrentan a una crisis profunda y tenemos el deber de confrontar la realidad. Los resultados de la construcción europea se deben de corregir. ¿Qué Europa queremos? ¿Con qué Europa soñamos? El futuro de Europa pasa sin duda por la apertura de múltiples proyectos, para reformar las instituciones, tanto en temas económicos como en la defensa común. Pero pasa también y ante todo por el desarrollo de una verdadera política cultural.

Tenemos que rearmar Europa en valores para el futuro. Hemos visto recientemente que los valores europeos ya no se respetan. ¿Vamos a bajar los brazos? Los medios culturales tienen que movilizarse para volver a dar sentido a los valores y principios de la Convención Europea de Derechos Humanos, y de la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea. Necesitamos despertar. Para que la indiferencia frente al proyecto europeo se transforme en una nueva energía que vuelva a dar vida a la libertad, a la solidaridad, a los derechos humanos, a la democracia.

¿Como lo hacemos? Hay que lanzar una movilización a todos los niveles. Todas y todos debemos asumir nuestras responsabilidades. Tanto las instituciones europeas como nuestra clase política, los intelectuales, los escritores, los profesores, y toda la sociedad civil. Hace falta que todos defendamos los principios fundamentales del proyecto europeo.

¿Por qué poner la literatura en el centro del proyecto europeo? Porque es una arma para movilizar, para reafirmar el contrato cultural. Y porque contribuye a la formación del ciudadano europeo. La literatura encarna el ideal de Europa: el poder de la ficción, de la novela, del teatro, de la poesía, del ensayo, es permitir la identificación mas allá de las fronteras. La literatura acoge las palabras extranjeras, las ideas que vienen de fuera como riquezas y nos invita por ello mismo a tomar conciencia de que los migrantes enriquecen el territorio al que llegan. Un poema o una novela no le pregunta al lector quien es ni de donde viene, lo acoge tal como es, no le juzga. Una actitud de la que Europa puede inspirarse.

La literatura enseña la apertura hacia el otro y el respeto a la diferencia. Mantiene el dialogo con nuestra memoria y nuestros antepasados. Ensancha nuestra experiencia. Sobre todo aporta tres cosas esenciales : la curiosidad, la generosidad, la libertad. La literatura es la curiosidad de volver a encontrar al otro y a uno mismo; es generosa y llama a serlo; es libertad de expresarse, libertad de pensar y de tomarse el tiempo para soñar.

En este sentido, los escritores y los traductores también son parlamentarios europeos. La defensa de Europa es su literatura. La fuerza de paz son los intelectuales con su pluma. Los tratados de Europa son también sus libros. Los padres fundadores son Montaigne, Cervantes o Shakespeare.

Ha llegado el momento de la literatura de la movilización. Para devolver al proyecto europeo su alma, hay que poner al lector y a la escritura en el centro de la educación. Dar a los escritores y traductores un estatus de ciudadanos de honor. Contar Europa y su historia de otra manera. Hacer dialogar el discurso político con la literatura, su humanidad y las emociones que suscita. Exigir a los responsables políticos que estén a la escucha de los escritores. Volver a poner este otro idioma que es la literatura en el centro de la ciudad. Hacer de ella no solo una manera de pensar sino también un arte de vivir.

Entonces la literatura podrá unir a Europa.

Para ello hacemos esta llamada:

¡Hombres y mujeres políticos europeos, escuchad a los intelectuales!

¡Hombres y mujeres políticos europeos, escuchad las criticas y propuestas de los intelectuales!

¡Hombres y mujeres políticos europeos, pedid a nuestros intelectuales el relato de nuestro pasado y de nuestro futuro!

¡Intelectuales europeos, despertad!

¡Intelectuales europeos, comprometeros!

¡Intelectuales europeos, soñar para nosotros!

Sylvain Briens (catedrático de Literatura en la Sorbona), Álvaro Gil-Robles (excomisario del Consejo de Europa para los Derechos Humanos), Miguel Ángel Moratinos (diplomático y exministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación de España), Catherine Lalumière (vicepresidenta del Parlamento Europeo y secretaria General del Consejo de Europa) y los 20 otros participantes de los Primeros Encuentros de Menorca en Mongofre


Comment

  1. La literatura para que cale ha de tener un corazón y es la persona sabia quien la destila gota a gota a menudo con sudor y lágrimas hasta morir si cabe…
    Sentirse Otro he aquí el gran reto.

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