Un total de 856 recetas de repostería y pastelería menorquina son las que recoge la segunda parte del libro ‘Sa cuina des poble de Menorca’ que acaba de editarse por parte del Institut d’Estudis Baleàrics y de Setmanaris i Revistes, S.L. Su autor es Bep Al·lès Salvà (Ciutadella, 1966), director del semanario El Iris desde 1989, actual presidente de la Associació de Periodistes i Escriptors Gastronòmics de les Illes Balears y uno de los fundadores de la entidad Fra Roger, Gastronomia i Cultura.
En esta segunda entrega, dedicada exclusivamente al mundo de lo dulce y lo salado de Menorca, hay recetas de todo tipo, desde las más conocidas por todos (como pueden ser las de las ‘formatjades’, ‘’crespellets’ o ‘rubiols’’, por ejemplo) hasta otras más desconocidas (‘mamellles de monja’ o ‘casques’, por decir sólo dos) y que el autor ha recuperado de viejos manuscritos, recetarios o libretas de apuntes facilitadas por diversas personas de sus madres, abuelas y bisabuelas, e incluso de las que se hacían en antiguos obradores de las panaderías y pastelerías o en las cocinas de las casas nobles y en los conventos.
Para Bep Al·lès, indica en la contraportada del libro, la elaboración de este nuevo recetario ha sido “un mundo lleno de sorpresas, de hallazgos de recetas antiguas que incubaban desde hacía más de 100 años” en diversos cajones y estanterías de lugares como las casas señoriales o también de otras casas, tanto acomodadas como humildes, de la menestralía y de la payesía menorquina.
En realidad, uno de los objetivos del libro es “reivindicar que los productos nuestros de siempre vuelvan a tener el protagonismo que se merecen. Hemos de apostar claramente porque los más pequeños de la casa dejen a un lado la repostería industrial y vuelvan a las costumbres de siempre, que a la hora del desayuno o de la merienda coman ‘cocs o llonguets’ con queso, sobrasada, ‘cuixot’ o ‘carn i xulla’, además de nuestros productos de repostería como ‘formatjades’, ‘coques’ dulces y salades, ensaimadas o ‘coques bambes’, panecillos ‘de viena’ con sobrasada, ‘xucladors’, ‘banyes’ saladas, ‘rubiols’ y todo aquello elaborado aquí, por los panaderos de siempre, a la manera tradicional y que nos es propia”. Toda una invitación al (re)descubrimiento de este pequeño gran tesoro que es, también, la repostería y la pastelería de la isla.