Un verano más, la asociación de Amigos del Museo de Menorca ha llevado a cabo una nueva excavación arqueológica en el yacimiento de titularidad pública de Torre d’en Galmés (Alaior). Este año, las tareas de excavación comenzaron a principios de julio y se desarrollarán hasta la primera semana de septiembre con el objetivo de continuar investigando alrededor del mundo doméstico y el urbanismo del yacimiento alaiorenc en su última etapa de la prehistoria de Menorca, el postalaiòtic.
La asociación intenta de este modo no sólo avanzar en el conocimiento de esta fase de gran desarrollo del poblado, sino también en tener una mejor comprensión de la historia del asentamiento. A la vez Amigos del Museo de Menorca quiere avanzar en la restauración de las estructuras arquitectónicas que se están excavando a fin de mejorar la visita a los turistas y menorquines que quieren conocer el yacimiento.
Todo este trabajo se está desarrollando en el formato de escuela de arqueología que ya hace años viene organizando la asociación en Torre d’en Galmés. Este año la escuela ha contado con veinte estudiantes de todo el estado español, Francia y Grecia que deberán aterrizado en nuestra isla para poner en práctica todo lo aprendido en las aulas de sus universidades, una buena manera de formar futuros arqueólogos y de difundir la prehistoria de nuestra isla.
A la vez, los estudiantes han recibido clases teóricas sobre diferentes aspectos de la arqueología menorquina y han aprovechado para conocer nuestro patrimonio histórico gracias a las excursiones realizadas por nuestro equipo de arqueólogos. Junto con los estudiantes, la excavación ha contado con un buen número de voluntarios, que año tras año muestran su implicación con la asociación y con la investigación y conservación del patrimonio arqueológico menorquín.
Este año las labores de excavación se han centrando en el llamado patio delantero del círculo 6, una gran estructura doméstica adosada a una casa circular del postalaiòtic y en frente de la conocida sala hipóstila o recinto Flaquer. La excavación ha intentado averiguar la cronología del edificio así como su funcionalidad y relación con el resto del asiento. Asimismo se ha iniciado la excavación de un gran muro que posiblemente funcionó como delimitación del poblado o como muralla defensiva. Otra de las tareas que se están todavía llevando a cabo son la restauración de diferentes partes del edificio para consolidarlo y evitar así su deterioro.
Las excavaciones han aportado numerosa información que permitirá conocer un poco más las últimas fases de la prehistoria de Menorca y los primeros siglos de presencia romana. Han aparecido grandes cantidades de cerámica de diferentes épocas: talayótica, púnica y romana que responden a cerámica doméstica como ánforas y pesas de telar. Se han documentado también restos de fauna y elementos metálicos como llaves de bronce o punzones. A la vez se han tomado muestras de sedimento que, junto con los otros materiales nos han de permitir conocer un poco mejor la cronología y funcionalidad del edificio. Respecto esta cuestión la hipótesis que plantean los arqueólogos es que este espacio podría ser un área de actividades agropecuarias.