La fiesta del puerto que pone el broche final a Gràcia acabó de forma prematura y deslucida. El mal tiempo afectó desde el principio a los eventos previstos. De entrada, el pasacalles se vio alterado con menos gigantes de los previstos ya que el fuerte viento reinante dificultaba la estabilidad de estas figuras y el riesgo de caídas aumentaba considerablemente. Las actuaciones musicales y la exhibición de gimnasia sí. se pudieron desarrollar con normalidad. No obstante, el mal tiempo desanimó a los mahoneses que no bajaron al puerto en la misma cantidad que otros años. Mientras, el viento seguía arreciando y desde el Ajuntament de Maó ya se advirtió que se suspendía el espectáculo pirotécnico por el peligro de que algún artefacto se desviara por la fuerza eólica. Al final, empezó a caer la lluvia y todo terminó definitivamente poniendo un cierre triste a los festejos de Gràcia. |