El Institut Menorquí d’Estudis (IME) sigue realizando salidas de campo en el marco del proyecto Nomenclàtor de Toponímia de Menorca, una iniciativa que trabaja sobre el terreno para recoger y preservar los nombres tradicionales del campo y del mar de la isla a partir del conocimiento directo de los informantes locales.
A lo largo de 2025, las salidas se han llevado a cabo en el centro y el poniente de Menorca y ejemplifican una forma de trabajar basada en el contacto directo con el territorio y con las personas que han mantenido vivo ese conocimiento a lo largo de los años.
El proyecto tiene como objetivo principal preservar la toponimia menorquina de detalle —microtopónimos vinculados a campos, tanques, caminos, torrentes, puntos del litoral o espacios de uso cotidiano—, un patrimonio inmaterial estrechamente ligado a la vida rural y marinera.
El trabajo se desarrolla en el marco de un convenio de colaboración entre la Conselleria de Fons Europeus, Universitat i Cultura del Govern de les Illes Balears, el Consell Insular de Menorca, la Universitat de les Illes Balears, el Institut Cartogràfic i Geogràfic de les Illes Balears y el Institut Menorquí d’Estudis, y da continuidad a una línea de trabajo iniciada por el IME hace más de una década.
La pérdida progresiva de peso de las actividades agrarias y pesqueras, así como los cambios en las formas de vida en el campo, hacen especialmente urgente la recogida de estos nombres antes de que se pierdan.
El trabajo de campo se basa en entrevistas presenciales con informantes —mayoritariamente payeses y propietarios—, que se realizan preferentemente en los mismos lugares estudiados.
Hasta ahora se han realizado cerca de un centenar de entrevistas a unos 70 informantes, que han permitido documentar la toponimia de unos 120 "llocs" de la isla, con una media de entre 40 y 45 topónimos por finca. En muchos casos, se trata de nombres que no aparecen en la cartografía oficial y que solo se conservan a través de la transmisión oral.
Una vez recogidos, los datos se revisan y tratan siguiendo los estándares europeos de información geográfica (INSPIRE), se georreferencian y se incorporan al Nomenclàtor Geogràfic de les Illes Balears, contribuyendo también a corregir posibles errores de la cartografía existente. El proyecto incluye, además, el proceso de validación lingüística y de oficialización de los topónimos.
El Nomenclàtor de Toponímia de Menorca continuará en 2026 con nuevas salidas de campo y con el objetivo de seguir ampliando y consolidando este legado de nombres tradicionales, una herramienta clave para preservar la memoria del territorio y ponerla a disposición de la ciudadanía, la investigación y la gestión pública.