La luna llena del equinoccio brillando límpida en el firmamento causa nuevo reflujo de savia vital alterando la estación al alcance.
Hablar así de un alma que se siente a flor de piel…no es exagerado pregonarlo.
Como las flores tan efímeras no lo es la savia que las inunda.
En la cuenca mediterránea si algo como botón de muestra puede mostrarse, sean las procesiones que serpentean calles y plazas que dejan boquiabierto el corazón amoroso.
Apunta la saeta bien en lo alto para que no pierdas tu estrella.
Menorca estrenando la cultura ancestral tal patrimonio de la humanidad, ahora puede ofrecer el do del pecho más universal.
Las piedras, el mar y el viento sean los compuestos perennes que son el “hacedor” de dicha idiosincrasia insular…Una Isla para el Mundo.
La historia nunca es pasada si se ejemplifica como “re-lato”.
Sacar nuevos sentidos en la continuidad prevalente es como hacer piel nueva al ejemplo de cómo hace una serpiente tras su crisis de crecimiento.
Resumiendo, no es el cuerpo que esconde al alma es mejor esta que lo corona.
El boca a boca del origen insuflando la palabra y el discurso a lo humano tal es la responsabilidad de no volver fatuo un sueño que perdura.
Pascua Florida
