Pero lo que más ha convencido al menorquín ha sido el nivel de juego alcanzado. "Ha sido realmente de lo mejorcito que he jugado en mi vida, sólo 3 derrotas...teniendo en cuenta que cada partida la he jugado arriesgando a tope con blancas y negras, y jugando aperturas muy variadas y posiciones salvajes, sin miedo a nada.
La actitud ha sido también algo de los que he quedado muy satisfecho, eso me ha costado todavía más aprenderlo que el jugar al ajedrez. He roto muchas planillas, he llorado y todo tipo de cosas a lo largo de mi vida, pero no hay nada más bonito que perder con una sonrisa en la cara con la paz espiritual de saber que diste todo y no tienes nada que reprocharte, después de cada derrota dormí como un bebé y salí de nuevo como un tigre al día siguiente."
Para el de Es Castell "nose puede pedir mucho más" y termina agradeciendo a quienes le han ayudado cuando más lo necesitaba. "De nuevo agradecer el apoyo de tanta gente , a Ernesto Fernández Romero por su ayuda incansable, a la FEDA por el apoyo y las fotos, y a #Menorcailladelesport por confiar en mí como embajador !"
