Comer en Cala´n Porter

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En la Travesía de Tramuntana, en el 67, en Cala’n Porter, está el mítico Bar Pons. Mítico no solamente por llevar abierto y bajo la misma dirección durante toda una democracia, sino porque es punto de encuentro por adopción y por derecho propio de la colonia inglesa de la región. Esto lo convierte sin duda en una especie de zona internacional en la que todos caben. Aquí se viene a comer paella, picar mejillón, beber cerveza, hacer amigos, enfín, a pasar un buen rato.
Más adentro, en la avenida Central, en el 75, está el Castillo de Sancho Panza. Este lugar, como la isla de Barataria que regentó el mítico escudero de Don Quijote, es cuando menos peculiar. La ambientación va por lo medieval, y es que es una casa de huéspedes de pleno derecho. Los menús son muy honestos y todos los que pasan por aquí coinciden: el trato es inmejorable. No pierdan la ocasión de leerse la carta, variadísima. Para comer o cenar, seguro que se dejan seducir.
Para los fanáticos de la playa que no quieran perder un minuto de sol, parada obligada es Los Barriles, junto a la playa. Aquí encontrarán todo lo necesario para satisfacer a grandes y chicos sin tener que moverse del sitio. La intensidad del servicio en plena temporada a las horas punta no hace perder la sonrisa a su atento personal. Un apreciable estándar para una localización tan privilegiada.

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