Gastroruta en Cala Blanca

En esta urbanización también hay terrazas sobre el mar, entre las cuales destaca la del restaurante Miramar, en la que, además de incomparables vistas, se puede uno atizar una contundente caldereta o un chuletón a la piedra. Más al interior, en el 10 de la avenida Cala Blanca, está Blancala, un confortable restaurante con piscina y buenos arroces. Aquí cocina el dueño y se nota: buen producto, precios ajustados y un atardecer de ensueño.
En Cala Blanca, como ya indicamos, abundan los servicios para propios y ajenos, parejas, familias y aventureros. Si se trata de comida rápida, el Cala Blanca Burger tiene todo lo que puedas esperar de una buena hamburguesería. Hará las delicias de los más pequeños por poco dinero.

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