Son Parc: donde la belleza natural no entiende de nombres

Es la playa con 1.000 nombres distintos. esto obedece a que la urbanización adyacente se llama Son Parc, está en los antiguos terrenos de la finca Son Saura y el arenal se llama Arenal de s’Olla, aunque se le conozca como Arenal de Son Saura, o más simplemente Son Parc. El nombre es lo de menos. Lo importante es al belleza natural que nos roba la mirada. Se trata de un sistema dunar protegido muy hermoso y muy bien conservado que linda con el mar y con un extenso pinar que invita a descansar del sol y a realizar paseos interminables.

La playa es como una hermana menor de la vecina Arenal d’es Castell, formando un arco en su litoral, con blanca y fina arena proveniente de las dunas y aguas muy tranparentes. Cubre lejos, lo que la hace ideal para ir con niños, y está muy bien vigilada. En el lado de levante se encuentran las casas mejor ubicadas de la urbanización, mientras que el poniente es totalmente virgen y agreste. Para quien viene de fuera en coche, la mejor opción es encontrar aparcamiento en la zona de poniente, que tiene un enorme espacio habilitado bordeando las dunas. En verano está muy concurrido por lo cerca que queda el coche de la arena.

La playa tiene 330 metros de largo por 60 de ancho con lo que, incluso en altísima temporada, siempre se encuentra espacio, ya que aquí se está muy lejos de las aglomeraciones del sur y los pueblos principales. No obstante, al estar urbanizada, cuenta con todos los servicios al uso: cruz roja, zona de deportes náuticos, supermercados, lavabos, duchas y cafeterías. Cabe destacar que se puede incluso venir en autobús, tanto desde Fornells como desde Maó y Es Mercadal.

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