Camí de Cavalls

El extremo sur de la playa de Punta Prima es salida para la etapa que culmina en Binissafuller. Este tramo se caracteriza por su roca calcárea, mucho más porosa, típica del litoral sur. El caminante pasará frente a las zonas residenciales más notorias, como Son Gantxo y Binibeca, extasiándose con la fastuosa luz que impera en la zona, reflejo de aguas mansas y puras, siempre protegido por la omnipresente isla del Aire.

El baño y la parada de descanso en alguna de las ollas, no es que sean obligatorios, es que son ciertamente inevitables.

La etapa es de unas dos horas y media.

Poblado de Pescadores, una amplia red gastronómica

El poblado de pescadores de Binibeca Vell tiene su propia zona comercial, con bares y restaurantes, como Sa Musclera que se ha hecho amo señor de la zona, al lado está Lluis que regenta un local de Zumos, tapas y una estupenda pomada granizada al estilo menorquín.
En la misma zona está la heladería La Golosa, regentada por italianos que lo bordan. Y, arriba, el restaurante Es Furat, con piscina, para disfrutar de míticas paellas, fideuás o pescados del día regados con los mejores vinos… ¡o los mejores gintónics!

Binisafúa, cocina de calidad

En Binisafúa, hay tres restaurantes, pero el que destaca es el Náutico de Binisafúa con unas vistas espectaculares y una cocina aún mejor. Con arroces como el de sobrasada y bacalao, un rodaballo de altos vuelos y una selección de tapas y raciones de primer nivel. El gastrónomo avezado no dejará de observar que aquí, con una cocina así, frente a un mar así, cuesta dejar la mesa para dejar disfrutar al siguiente.

 

Punta Prima, el mar turquesa

 

Punta Prima es una hermosa playa de finísima arena blanca situada en la costa de Sant Lluís y que cuenta con todos los servicios necesarios para el turismo familiar. Destaca por el incomparable color turquesa de sus aguas y por tener la Isla del Aire con su faro como telón de fondo. Unas vistas increíbles.

Al ser paso obligado de las embarcaciones que salen del puerto de Mahón hacia la costa Sur, el bañista que cuente con buenos catalejos podrá distraerse oteando el interminable desfile de yates y veleros.

Es ideal para ir con niños, porque el agua cubre bastante lejos de la orilla. El paseo marítimo está muy bien surtido de bares y restaurantes y el parking está cerca y es de buen tamaño. Además, hay un parque y una zona deportiva.

A veces sufre de exceso de visitantes, pero es que pocas playas en Menorca están tan bien surtidas de servicios inmediatos. Tiene hasta una farmacia abierta durante todo el año.

Sus incomparables aguas la han hecho meritoria del galardón punto azul de la Unión Europea durante muchos años.

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