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Son Catlar y Torrellafuda, en el mapa púnico del Mediterráneo

Sus torres fueron construidas con el mismo patrón métrico que los fenicios utilizaron en la muralla de Cartagena o en el yacimiento de Alacant

Entrada al poblado de Son Catlar
Entrada al poblado de Son Catlar

Menorca podría entrar de lleno en el mapa fenicio púnico del Mediterráneo de confirmarse las hipótesis que manejan los investigadores de la Universitat d’Alacant que están llevando a cabo el Proyecto Modular en la isla.

Parte del muro de Torrellafuda visto desde el interior.
Parte del muro de Torrellafuda visto desde el interior.

¿Fueron los fenicios quienes construyeron los muros de los poblados de Son Catlar y de Torrellafuda durante su estancia invernal en Menorca en su paso por Balears durante la II Guerra Púnica para defender a Aníbal de sus enemigos romanos? Ésta es una de las incógnitas planteadas al haberse comprobado que las torres tanto de Son Catlar como de Torrellafuda están construidas con un patrón métrico (el ‘codo’, de 52 centímetros) que es una medida propia del ejército cartaginés. De hecho, es el mismo patrón métrico que el utilizado para construir fortalezas púnicas como las de Puerto de Santa María y San Roque (ambas en la provincia de Cádiz) o la muralla de Cartagena o el yacimiento también púnico de Alacant.

Este hallazgo, comentado por el profesor de la Universitat d’Alacant, Fernando Prados, que dirige el Proyecto Modular, se une al hecho de que diversas fuentes señalan que durante la segunda de las Guerras Púnicas, los cartagineses, saliendo de Cádiz hacia las Balears, estuvieron al menos 6 meses en Menorca, invierno incluido, con 300 barcos del tipo ‘quiquerremes’, con 500 remeros cada uno y con un total de 15.000 personas.

Y se une también a que uno de los primeros resultados arrojados por los materiales procesados de las excavaciones realizadas en la última campaña del Proyecto Modular, extramuros de Torrellafuda, indican que en el siglo III a.C., época precisamente de la II Guerra Púnica y cuando los fenicios fundaron Mago-Mahón, en ese poblado se concentraba mucha más gente de la habitual. ¿Fueron esos 15.000 soldados fenicios quienes construyeron en ese momento la fortificación de Torrellafuda?

Al fondo se encuentra el poblado de Torrellafuda.
Al fondo se encuentra el poblado de Torrellafuda.

Otras constataciones que avivan esta hipótesis, que deben confirmarse o desmentirse obteniendo las dataciones absolutas para afinar la fecha concreta de construcción, son que esas fortificaciones parecen pensadas no para defenderse de otros poblados interiores, sino de una nueva maquinaria de guerra que no es ya talayótica, sugiriendo que estuvieran pensadas para defenderse de la posible llegada de los romanos con las catapultas que ya utilizaban en las Guerras Púnicas.

La ponencia ‘Menorca y la II Guerra Púnica, evidencias arqueológicas de un viejo (nuevo) escenario’, que presentan al unísono Fernando Prados y la investigadora de la Universidad de Toulouse Helena Jiménez, será la que abrirá este viernes 13 de noviembre (17 horas) la edición número trece de las jornadas de investigación histórica de Menorca que organiza la S.H.A. Martí i Bella en el Cercle Artístic de Ciutadella, este año dedicadas a ‘Menorca y las Balears, entre fenicios y púnicos’.

La inauguración de estas jornadas, que cuentan con hasta 5 ponencias y 8 comunicaciones relacionadas, tendrá lugar a las 20 horas de este mismo viernes, con la disertación del catedrático de Historia Antigua de la Universidad Autónoma de Madrid Adolfo Domínguez Monedero sobre ‘El ejército de Aníbal: una fuerza de mercenarios’, en la que seguramente también se hablará de los entonces famosos honderos baleáricos. Clickando aquí y aquí puede consultarse el programa completo de las jornadas.


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