A lo largo de esta semana que empieza se instalará en Maó el horno crematorio junto al cementerio. Se trata de un aparato especial que se ha adquirido tras pactar con los vecinos que no hubiera molestias ni con el ruido ni con el humo. El crematorio se colocará en el edificio que se está levantando junto al cementerio y debería estar en funcionamiento en unos pocos meses. Las obras de este servicio se iniciaron en abril y están presupuestadas en 400.000 euros. El servicio en si costara 635 euros. Hasta ahora las familias que querían incinerar a un fallecido debían desplazarse hasta Ciutadella.
Pactar con los vecinos es informar, escuchar, dialogar y llegar a un acuerdo con los afectados desde el principio, antes de aprobar el proyecto.
Y no que cuando nos hemos enterado ya habían empezado las obras sin avisar a los vecinos. Y ante el revuelo que se formó, el ayuntamiento hizo una reunión informativa, haciéndonos saber que la máquina que habían comprado no haría ruido ni olores.
Que tenga todos los permisos legales y sus emisiones estén dentro del margen que marca la ley, no quiere decir que sea inocuo para la salud de los vecinos que viven a excasos 50 metros.
Que quede claro que esta instalación no se pactó con los vecinos.
La palabra “PACTAR” no saben qué significa…