Eliminación de uno de los proscenios de la planta baja o de la iluminación en los palcos tanto en lámparas de techo como debajo del reposabrazos, modificaciones en la estructura de la tramoya y modificaciones del peine que pueden provocar daños físicos e incluso peligro de caída, existencia de agujeros sin sellar para el paso de instalaciones…Y así hasta 34 cambios no autorizados respecto al proyecto ejecutivo aprobado y 28 deficiencias funcionales, en acabados y materiales.
Unitat del Poble de Ciutadella de Menorca ha visto como un informe técnico elaborado por tres ingenieros, un arquitecto y un director de área del Ayuntamiento de Ciutadella y firmado el pasado 28 de octubre, no sólo ha validado las deficiencias y carencias que ellos denunciaron sino que ha añadido unas cuantas más, tantas que, en línea con las expresadas en su momento por la formación que encabeza Joan Triay, las conclusiones del informe son demoledoras.
En este sentido, los técnicos consideran “que no se debería realizar ninguna actuación (obras, dotación de equipamiento o utilización) mientras no se hayan solucionado las mismas con el din de que no puedan ser atribuidas a intervención municipal” y que “incluso en el caso de que se pretendiera utilizar el teatro entendemos que algunas de las deficiencias son suficientemente importantes para desaconsejar su utilización en este momento”.
“Lo importante es como se arregla este entuerto, agravado por la ligereza a la hora de firmar el acta de entrega de las obras de un teatro plagadas de defectos e inacabadas”, apuntan desde UPCM, que apela a que el Ministerio se muestre “razonable”, algo que podría resultar complicado, habida cuenta que la polémica sobre cómo se han ejecutado las obras bajo su supervisión ha sido público y sus ecos, a buen seguro, habrán llegado a los responsables ministeriales.