El Gobierno ha aprobado el primer Plan Forestal de las Illes Balears, un documento que debe servir de referencia para la política forestal de la comunidad autónoma los próximos años, la única de todo el Estado que no contaba con un plan de estas características. El documento establece una estrategia para afrontar de forma participada y consensuada los retos que presenta la futura gestión de los bosques y las superficies forestales del Archipiélago, que, con 222.000 hectáreas, ocupan el 44 por ciento del territorio insular.
El plan prevé una vigencia de veintiún años, para abarcar los tres próximos periodos financieros de la Unión Europea (2015-2020, 2021-2028 y 2029 a 2035) y es fruto de un proceso de participación social que se inició en noviembre de 2012, y en el que han realizado aportaciones más de 375 instituciones y ciudadanos a lo largo de diez sesiones colectivas de trabajo y 24 reuniones con especialistas ambientales y gestores forestales.
El documento aprobado se centra en la reactivación y la reorganización del sector forestal como motor del desarrollo de las comarcas rurales, la generación de servicios ambientales, la implantación de nuevas iniciativas de economía verde y la puesta en valor de los productos forestales. Además, propone la creación de un Comité Forestal como órgano de coordinación de la política forestal con representación del sector, de las administraciones y de la sociedad civil.