Cinco horas de reunión, resultado ajustado y un ‘no’ por respuesta. La reunión del Consejo Político y los miembros del grupo parlamentario de la Candidatura d’unitas Popular ha finalizado con la negativa a apoyar la investidura de Artur Mas como presidente de la Generalitat.
La profunda división interna en el seno de la CUP se ha hecho patente en las votaciones, donde el no a la investidura ha recibido 36 votos a favor, 30 en contra y una abstención. Esta negativa abocaría a la disolución del Parlament el próximo 10 de enero y a la celebración de unas nuevas elecciones la próxima primavera.
La nueva convocatoria electoral podría evitarse si Junts pel Sí accediese a proponer otro candidato, una opción que siempre ha rechazado. En este sentido, la CUP ha expresado su disconformidad con la disyuntiva “Mas o marzo” y ha emplazado a JxS a “mover ficha por la República”.
En este sentido, Sergi Saladié, diputado de la formación anticapitalista ha recordado que “Mas dijo que no sería obstáculo y ahora es el momento de demostrarlo”. En frente, CDC, que ya ha anunciado que no habrá “candidato alternativo”.