Los niños y niñas de la Escola Tramuntana de Favàritx han compartido estos días una experiencia inolvidable.
Gracias a una beca convocada por una cadena de supermercados y que ganaron con el proyecto “Un hort de 0 a 99 anys”, los pequeños han podido aprender de los conocimientos de los mayores.
La idea nace a raíz de las visitas de los abuelos o residentes en geriátricos o residencias a los alumnos más pequeños, a los que enseñan sus conocimientos sobre todo lo relacionado con el huerto.
Así, la escuela dirigió sus esfuerzos en adaptar la parte del huerto escolar a la movilidad de los mayores, eliminando barreras arquitectónicas y dotando al espacio del material necesario para seguir con el proyecto.
Un grupo de madres y padres han construido unas pasarelas basadas en planos que habían diseñado los alumnos. Y con materiales reciclados se han hecho unos bancos para que los mayores puedan sentarse.
“Ahora pueden ir tranquilos por el camino los abuelos y abuelas que llevan bastón o que van en silla de ruedas o algún alumno que tenga una disfunción en su movilidad”, explican desde el centro.