Son más limpios, suelen ser más baratos -están bonificados por las administraciones- y poco a poco van apareciendo más estaciones que los ofrecen. Sin embargo, los carburantes alternativos no terminan de triunfar en Menorca. De hecho -tal y cómo confirman los últimos registros publicados por el Institut Balear d’Estadística (Ibestat)– tan sólo el 1,1 % del parque de vehículos de la isla se mueven gracias a este tipo de combustibles. Solamente doce turismos, veinte motocicletas, 789 remolques o semiremolques y 25 vehículos sin definir -su estadística se enmarca dentro del grupo de “otros”- que circulan por la red viaria menorquina utilizaron algún tipo de carburante alternativo al cierre del 2015. En total, 842 máquinas. Muy pocas para una isla donde el medio ambiente debería ser eje principal de la vida de sus ciudadanos.
Y la evolución de los últimos cinco años no es buena. Así, desde 2010 el número de vehículos que se mueven gracias al Gas Licuado (GLP) o el Gas Natural Comprimido (GNC) -por poner dos ejemplos, hay más- se ha incrementado en 74 unidades, pasando de las 772 de 2010 a las 842 del pasado año.
El 69 % de los motores van a gasolina
Los carburantes alternativos no acaban de arrancar en Menorca, eso está claro. Y este escenario se convierte en un factor clave para que la gasolina siga siendo siendo el combustible que se lleva la mayor parte del pastel. El 69 % de los motores que circulan por las carreteras de la isla van a gasolina -51.380- y el 30 % son diésel -21.421-. Así, hay más de dos coches a gasolina por uno de diésel. Aunque el porcentaje ha bajado tímidamente durante los últimos cinco años -en 2010 era del 72 %- la situación general sigue siendo la misma. No podemos olvidar también que las carencias de la crisis han causado que la vida útil de los coches se alargue durante más tiempo. En esta tesitura es mucho más difícil que los carburantes alternativos se generalicen. Quizá, solo sea cuestión de tiempo.
@jlgllagues