En el periodo entre 1995 y 2011 el hecho de vivir en Balears supuso a nivel comercial un coste de 8.000 millones de euros al año. La mitad serían por las importaciones que el archipiélago tuvo que hacer y la otra mitad por el precio de tener que enviar productos al resto de España y pagar el transporte marítimo o aéreo. Las cifras las dio a conocer el economista José Luis Groizard durante la Tertúlia d’Estiu de este martes en Es Mercadal.
En la práctica esto implica que cualquier producto que compremos cuesta en el archipiélago un 18% más que si lo adquiriésemos en la península. También supone el 20% del PIB anual de Balears.
Para paliar este sobre coste o “arancel” como lo llegó a catalogar Groizard, el economista propone varias opciones. “Lo normal sería aplicar respuestas diferentes a bienes diferentes. En un producto hecho ya para vender se podría aplicar en las islas un IVA reducido para paliar el coste del transporte añadido. Para otros productos intermedios, como la piel que se importa para después fabricar calzado sí que se necesitarían ayudas al transporte. Pero para la compra de maquinaria se debería aplicar un régimen especial de inversiones”.
La siguiente tertulia será el 9 de agosto y contará con el cocinero Koldo Royo.