Un total de cinco proyectos se estudiaron en el seno del Ajuntament de Maó antes de elegir la opción de ascensor que se considera más adecuada para unir el Claustre del Carme y el puerto de Maó. Entre los estudios descartados hay algunos sorprendentes. Una de las opciones proyectaba un ascensor que llegaba hasta la acera de Ses Voltes. El problema era que para unir el elevador con el mirador del Carme se precisaba una pasarela de 32 metros de largo que elevaba los costes. Otras dos opciones que se analizaron planeaban tener una zona intermedia. Un primer ascensor bajaba apenas 6,10 metros desde el Claustre. Desde alllí había la posibilidad de acceder a las grutas del talud. Un segundo ascensor bajaba hasta el puerto. Las pasarelas requeridas eran otra desventaja. El último proyecto desechado era muy similar al que se aceptó, pero a diferencia del que se construirá no utilizaba cristal sino que toda la estructura iba a ser un gran bloque de hormigón lo que impedía las vistas panorámicas y era menos seguro ya que los usuarios del dispositivo no se podían observar desde la calle. Todas estas posibilidades, alguna de ellas más barata que la que se aceptó finalmente, tuvieron una valoración más baja que la ganadora por parte de los expertos y se apartaron. |
No, por favor, otro puente de la salle que despues se les antojaran quitar. Horroroso!!