Menorca vivió el 4 de febrero de 2012 la última gran nevada. La Isla se cubrió de blanco en una jornada para el recuerdo, ya que la nieve cayó al nivel del mar. Carreteras, playas, campos… todo se convirtió en un gran manto blanco que dejó una estampa para el recuerdo, también en Mallorca y Eivissa.