Los agentes pudieron comprobar la existencia de otros extrabajadores que corroboraron haber trabajado en esas mismas circunstancias, ante el temor de ser despedidos y por necesitar ingresos para subsistir.
Las condiciones abusivas de trabajo consistían en realizar jornadas laborales de 12 horas diarias, llegando en algunos casos incluso hasta las 17 horas, durante todos los días de la semana y sin disponer de contrato laboral.
El propietario del local les abonaba alrededor de 3,5 euros por hora trabajada y les descontaba las consumiciones que tomaban para poder aguantar las largas jornadas maratonianas de trabajo.
Los trabajadores no disponían de vacaciones, no cobraban pagas extraordinarias ni finiquito al finalizar su relación laboral, todo ello en un ambiente de semiesclavitud y sin respetar en absoluto el convenio de hostelería, bajo la amenaza de despido.
Los víctimas de este empresario trabajaban como camareros, cocineros, personal de limpieza y de mantenimiento y no denunciaban por necesidades económicas y personales.
Las investigaciones han concluido con la detención del dueño del local, en la operación policial denominada “Hunter”.
En la inspección del bar-restaurante, agentes de la Brigada provincial de Extranjería y Fronteras y unidades de la Brigada de Seguridad Ciudadana, hallaron en las inmediaciones del local varios paquetes que parecían contener hachís y marihuana preparados para la venta.