El presidente del Centro económico y social (CES) en Baleares, Carles Manera, participó en Menorca de un encuentro con las personas que participan de la versión menorquina. Se trata de un foro en el que se audita periódicamente el avance de varios factores económicos. Pero no solo eso. Según Manera, el Producto Interior Bruto (PIB) es un gran indicador, pero no nos lo dice todo.
Con el registro de los datos que se producen se puede seguir una serie histórica y preveer mejor el camino que sigue la economía. Actualmente las islas (y también Menorca) consiguen crear riqueza gracias sobre todo al turismo. Pese a su fuerza, los expertos coinciden en que no es bueno jugarlo todo a una única carta y por eso desde el CES se ha valorado muy positivamente el apoyo que se quiere brindar ahora a otros sectores. Un claro ejemplo es el Plan de industrialización que quiere fomentar la empleabilidad en un sector que, a diferencia del de servicios, no sufre igual la estacionalidad.
La creación de un plan a medio-largo plazo planteado para hacer mejores previsiones es fundamental para mantener fuerte y sostenible la economía local de cara a los embates de los mercados.
El propio turismo se ha demostrado ser muy sensible a cambios abruptos de tendencia. Algunos ejemplos son los efectos del Brexit o de actos terroristas. La economía de Menorca ha crecido de manera paulatina tras la última crisis, muy por detrás de otras islas como Ibiza. Pese a ello Manera opina que crecer rápido no es una garantía de tener una economía sólida y anima a Menorca a seguir esta senda lenta pero segura, sin compararse con otras islas.