Una seta muy particular podría convertirse en el remedio contra las plagas de procesionarias de Menorca. Se trata de un hongo que ataca directamente a estos animales y ayuda a controlar de forma natural su expansión.
Nos habla de ella una de las personas que, probablemente, más sabe de setas y hongos de la isla, Cicerón Mercadal. Nos invita a documentarnos sobre un hongo que beneficia los bosques de la isla, y parece ser que no es el único. Pero este, de nombre Cordyceps militaris, puede salvar muchos pinos. Esta pequeña seta, que a simple vista podría parecer una pequeña Clavaria por su forma y color anaranjado, podría ayudar a controlar de una manera natural a la plaga de orugas de Procesionaria que está afectando a los pinares de la isla.
Lo sorprendente de esta seta es que no se alimenta de madera muerta o de restos vegetales. Los Cordyceps militaris parasitan las larvas y crisálidas de la oruga de la procesionaria de los pinos, Thaumetopoea pytiocampa. Así, en vez de insectos, de las larvas parasitadas crecen estas diminutas setas muy difíciles de ver, puesto que son realmente pequeñas.
Estas setas, como todas las especies de hongos, producen esporas que -empujadas por el viento- se esparcen por las zonas donde habitan las orugas. La procesionaria de los pinos se alimenta de los brotes de los árboles más jóvenes, las acículas tiernas que permiten su supervivencia. Las esporas quedan impregnadas en los nidos de procesionaria y entre los pelos de las orugas. Así esperarán a que estas orugas bajen al suelo para enterrarse y convertirse en crisálidas.
Ahí entran en acción las esporas del Cordyceps militaris. Encuentran las condiciones óptimas para poder desarrollarse y se alimentan del insecto causándole la muerte. El hongo continúa su desarrollo y produce unos pequeños carpóforos de color anaranjado que volverán a esparcir sus esporas. Esta característica forma de vida es común a las diferentes especies de Cordyceps. Cada una está especializada en un tipo de insecto, y en algunas especies llegan a modificar en su propio beneficio la conducta del insecto parasitado. Un ejemplo es aquel Cordyceps que se alimenta de hormigas y que maneja a su voluntad a la hormiga para sacarla de la fila de sus compañeras y llevarla a su mejor terreno donde matarla, comérsela y esparcer las siguientes esporas. Hay una especie, Cordyceps sinensis, que es muy utilizada en la medicina tradicional por sus propiedades medicinales.